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Descubre algunos trucos para mejorar la calidad de tu entorno de trabajo.
Todos necesitamos un entorno laboral agradable y motivador. Las condiciones en las que trabajamos, tales como el espacio físico o las relaciones personales, son vitales para todos y determinan la calidad de nuestro trabajo.
El bienestar de nuestros empleados se transforma en rendimiento y retención del talento.
¿Cómo podemos conseguir eso? Y, ¿qué no debemos hacer?
¿Cómo no se mejora el entorno laboral?
Es fácil tener una idea de lo que debemos hacer para mejorar las condiciones de trabajo: ser amables, escuchar… En este post nos fijamos en algunas cuestiones que pueden ser ambiguas o llevadas a la práctica de forma que al final no nos beneficien.
¿Qué no debemos hacer?
1. Esperar relaciones fáciles
Las relaciones son difíciles, incluso en el mejor de los entornos, no podemos esperar o exigir que siempre haya acuerdos, por eso es vital crear un clima de tolerancia donde premiemos el respeto.
2. Centrarse en cambiar lo que está mal
A veces es útil, pero ¿y si potenciamos lo que ya está bien? Ésta es la clave para que el cambio venga de dentro y se establezcan mejoras duraderas.
3. Implementar medidas sin escuchar
Esto nunca funciona. Practique la escucha activa para entender el punto de vista del empleado y que se sienta tomado en cuenta.
La escucha tiene que ir acompañada con una mentalidad abierta, flexible y respetuosa.
Una cosa es escuchar, y la otra es interesarse, preguntar, dar feedback, ser tolerante… La primera es solo un trámite, y la segunda es la base para una relación de confianza.
4. Cambiar a las personas, o intentarlo
Si queremos mejorar las relaciones en nuestros equipos, debemos centrarnos en mejorar las condiciones de trabajo. No podemos cambiar a las personas, sólo podemos cambiar las situaciones y circunstancias para que sean favorables a crear bienestar, motivación, etc.
5. Dar sólo las gracias
Puede dar las gracias, como nos han enseñado a todos, o puede tomar esta oportunidad para crear un vínculo de confianza con sus empleados. La diferencia vuelve estar en si lo hacemos como un trámite o porque los valoramos.
¿Qué cree que puede cambiar si empezamos a agradecer a la persona por su labor, esfuerzo, su actitud optimista, o perseverante…?
Si les demostramos que los conocemos, se sentirán valorados, motivados a seguir dando lo mejor de ellos y también estarán abiertos a escuchar las cosas y a mejorar.
¿Cómo (sí) podemos mejorar nuestro entorno laboral?
Para crear un entorno satisfactorio, piense en crear un entorno que permita a sus empleados desarrollarse personal y profesionalmente, y les dé una oportunidad para crecer y relacionarse.
Sus empleados tendrán necesidades diversas, como horarios, gustos a la hora de distribuir su espacio de trabajo…
Y, como empresa, surgirán situaciones diversas, como cambios de local, aumento de la plantilla…
Por eso, es clave ser flexible, fomentar la escucha y adaptar las estrategias a las circunstancias del momento.
Estas son algunas ideas que han funcionado en otras empresas
Rotar los espacios de trabajo para establecer relaciones con otros miembros y fomentar el aprendizaje continuo. Es lo contrario de estancar o mantener estructuras rígidas.
Reconocer el esfuerzo del otro, sobre todo en los días malos para que nunca salgan del trabajo preocupados o enfadados.
Dirigirse a las personas por su nombre e interesarse por ellas. Por ejemplo, celebrar o felicitarles por su cumpleaños, logros laborales o personales, etc.
Contratar formadores para hacer talleres sobre técnicas de comunicación interpersonal, escucha activa, asertividad, inteligencia emocional, dinámicas de grupos y trabajo en equipo…
Instalar medidores de satisfacción donde los empleados marcan su nivel de satisfacción al acabar la jornada.
Facilitar y promover una vida saludable: facilitando un espacio para aparcar las bicis, duchas, un espacio con máquinas, snacks saludables como frutas, visitas médicas periódicas…
Crear un espacio de sociabilización con una cafetera, un dispensador de agua fría y caliente para té, etc. Y, si ofrece comida de forma gratuita o a bajo coste, ahorrará costes –de transporte o restaurantes-, tiempo –de ir a casa-, y podrá promover la comida sana y la relación entre trabajadores.
Hacer proyectos fuera del ámbito laboral como excursiones, cursas, causas benéficas o actividades pensadas para empresas ayudará a su equipo a interactuar y conocerse, facilitando que haya un clima integrador.
Tomando la referencia de casos de éxito en Silicon Valley, aprendemos que apuestan por:
Un espacio de trabajo que lleve a la creatividad y a la concentración
Es fundamental utilizar el máximo de luz natural y ventilación, las plantas también ayudan a crear un ambiente agradable. Visualmente, tiene que ser un espacio limpio y ordenado, con toques de color pero sin saturar con decoraciones.
El espacio debe adaptarse a las personas que lo usan, facilitar el desplazamiento y la comunicación. Cree espacios complementarios para reunirse; el cambio de espacio despierta la mente y el cambio de postura ayuda a estar más cómodo.
Asegurese que los espacios cuenten con material en buenas condiciones, y en el caso de los softwares que sean funcionales y actualizados.
La conciliación
Dar facilidades para conciliar la vida personal y laboral incrementará la satisfacción de los empleados. ¿Por qué mantener jornadas improductivas de 9 a 6?
El teletrabajo o la flexibilidad de horarios dan autonomía al empleado y, cuando tienen el control de distribuir su tiempo, su estrés disminuirá y aumentará su satisfacción general y con la empresa. Como líder, pregúntese si prefiere que sus empleados cumplan con su jornada o que cumplan con su trabajo.
Luego, sabiendo que habrá elegido la respuesta más eficiente para su empresa, establezca metas y facilite una jornada laboral acorde con las necesidades de sus empleados.
Lo profesional, también es personal
Sus empleados son personas, por eso encontraran el valor en aquella empresa que le importe su bienestar.
Este concepto es clave si queremos atraer y retener el talento, si queremos que nuestros empleados sean los primeros embajadores de nuestra marca, si queremos crear un entorno laboral agradable para todos donde cada uno aporta lo mejor de sí mismo y se le valora por ello.
A veces, las inversiones no se cuentan en monedas.
